¿La razón? Es uno de los materiales más versátiles y multiuso, sirve para crear desde ropa, accesorios, hasta su gran fuerte: la decoración; Ejemplos van desde alfombras, cinturones, cestos, maceteros, collares, pulseras, atrapasueños, etc. Coronándose como gran protagonista a la hora de elegir un ovillo.
Ahora bien, otra gran característica del trapillo es su procedencia; el trapillo es un material reciclado que se hace cargo del descarte de ropa y telas, (uno de los descartes más grandes y contaminantes en las cadenas productivas) haciendo de cada ovillo una pieza única y distinta de la otra.
A pesar de la simplicidad de su uso, el trapillo aún requiere una técnica de procesamiento particular y puede llevar a resultados diferentes según el tipo de trapillo que utilices, ya que al ser un material reciclado, existen distintos colores, texturas, grosores, tipos de elasticidad y tipos de materialidad: de algodón, nylon, lycra o de hilo. Por lo tanto, es muy importante elegir el trapillo adecuado para el tipo proyecto que quieras crear.
El crochet es nuestro gran aliado con el trapillo, y por esto es primordial saber qué número de palillo elegir en pos de que nuestros proyectos lleguen a buen puerto, normalmente la numeración del palillo para trapillo va desde los 10 hasta los 16 mm. ¿La clave? probar y dejar que la creatividad y la imaginación tomen la delantera.
En el siguiente video, podrás ver como Virginia de María mezcla los colores de trapillo para crear, aunque no lo crean, una cuna 100% hecha a mano y de #trapillo Revesderecho, te invitamos a que veas el paso a paso de este capítulo dedicado a las futuras mamás.